domingo, 31 de mayo de 2015

Los guepardos ahorran energía para cazar

Una familia de guepardos se relaja en Kenia.
Una familia de guepardos se relaja en Kenia.
FOTOGRAFÍA DE MICHAEL POLIZA, NATIONAL GEOGRAPHIC

Los guepardos y los pumas tienen más cosas en común con los gatos domésticos de lo que pensábamos: también les gusta tumbarse tardes enteras y simplemente descansar. Ahora, un nuevo estudio afirma que lo hacen para ahorrar toda la energía posible para cuando puedan necesitarla.

El equipo estudió los pumas de Santa Cruz (California, Estados Unidos) y los guepardos de dos reservas de Sudáfrica y midió los kilojulios de energía que utilizan diariamente. De este modo descubrieron que los guepardos mantienen un consumo bajo, incluso teniendo en cuenta sus carreras cuando persiguen a las presas. De hecho, su consumo es similar al de una persona que quema de media unas 2000 calorías al día.


«En mi opinión, los humanos y los guepardos descansan mucho para compensar las actividades que consumen mucha energía», comenta el coautor del estudio Johnny Wilson, biólogo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.

Los guepardos, veloces pero con menos músculo, a menudo pierden sus presas ante rivales más fuertes: los leones africanos; por eso los investigadores quisieron descubrir si los guepardos se ven forzados a gastar más energía buscando alimento.


De este modo, capturaron 19 ejemplares en Sudáfrica y les inyectaron agua con isótopos inofensivos. Cuando los guepardos realizaban actividades físicas, sus cuerpos recurrían a los isótopos a distintos niveles que cuando están relajados, por lo que los científicos fueron capaces de medir la energía consumida a partir del agua de sus excrementos, y se llevaron una sorpresa al descubrir que gastan unos 9000 kilojulios al día, bastante menos que los 12 000 que preveían. En comparación, los licaones, también llamados perros salvajes africanos, consumen alrededor de los 15 000 al día.


El mayor consumo de energía de los grandes felinos lo encontramos en las largas distancias que tienen que recorrer en busca de alimento, tarea cada vez más complicada (el desarrollo urbano ha reducido considerablemente las presas de guepardos en Sudáfrica, por ejemplo).

Si hay abundancia de presas, estos animales pueden descansar la mayor parte del día, porque se alimentan de animales con alto contenido calórico, principalmente impalas, similares a los antílopes.

El descubrimiento de Wilson y su equipo encaja con la llamada teoría del aprovisionamiento óptimo, según la cual un animal gasta la menor cantidad de energía necesaria para conseguir el alimento más rico en energía posible.
En cuanto a los pumas, los expertos descubrieron que gastan entre el 10 y el 20 % de su energía diaria en cazar presas de las que alimentarse, que pueden ser hasta cuatro veces más grandes que ellos mismos. Sin embargo, todavía no han calculado la media de kilojulios que consume un ejemplar al día.

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